Lecciones de las bebes a la oficina.

Lecciones impartidas por Barbara y Emma.

Hoy mis hijas me dieron una lección super valiosa la diferencia entre castigo y consecuencia. El castigo proviene de una autoridad que por definición siempre es externa a nosotros, mientras que la consecuencia viene de las decisiones que tomamos, esto para una niña de 3 y otra de 1.5 años tal vez sea más obvio que para el par de casi cuarentones intentando educarlas.

Si bien esto es muy Montesori y en la escuela de las niñas nos lo han recitado de miles de formas he aquí el ejemplo que vivimos hoy.

Contexto:
Bárbara y Emma no quieren comer lo que su mamá les preparó y prefirieron los dulces, Mamá las castigó haciendo gala de poder, Emma no entendía nada pero igual se quedo sin poder tomar leche en toda la tarde, mientras que Barbara fue privada de su libertad sin poder salir al parque frente a nuestra casa, yo llegué ligeramente tarde y por alguna razón de la crianza que no entiendo muy bien no puedo contradecir a Mamá así que jugué mi parte manteniéndome firme en el castigo.

Pero la consecuencia se la llevó Patty fueron 5 horas de llanto y mal comportamiento producto del encierro y la frustración; Ya en cierto punto del ejercicio autoritario las niñas no sabían ni porque estaban castigadas (Pero la resistencia y contra ataqué fue sistémico). Como buen esposo montesori busque escabullirme a otro cuarto para dejar que mamá disfrutara su consecuencia y buscara “Resarcir el vínculo que el orgullo modificó” (Diría Brave). Y así fue.

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Me quedo con las siguientes lecciones que puedo aplicar a mi teoría del “management”.

1. Dejar de decir que estamos tratando con adultos responsables, en realidad los niños son mejores a la hora de reponerse de un error. Los adultos somos rencorosos y testarudos.

2. Las personas sin importar su edad no van a responder bien ante la autoridad. Entra el modo defensa y el bloqueo es absoluto. Y entonces la consecuencia de lidiar con una persona en ese modo se vuelve en contra de quien aplicó el castigo.

3. Los errores deben ser identificados, señalados con respeto, mitigados y después ayudar a la persona a responsabilizarse de mitigar las consecuencias generadas, pero lo más importante es que todos aprendamos cual fue el error y podamos leer algo o hacer una actividad que nos ayude a interiorizarlo para no volver a repetirlo, y propagar la lección de ser posible.

4. Nunca aplicar castigos que quiten cosas o libertades, en vez de eso dar lecciones que nos hagan mejores.

Gracias por leer